Impacta,
pero es la metáfora mas acertada. Quién no se ha encontrado con una
mamá que a manera de enredadera se abalanza sobre la vida del hijo,
asfixiándolo. Sin duda alguna, una madre así tiene buenos
motivos: protección, cuidado, ahorrar carencias, ofrecer, dar
cariño. Buenos deseos que, generalmente, no logran esos
propósitos. Varios motivos llevan a una mamá a manifestarse de esta manera, a veces casi sin tomar conciencia de ello. La verdad es que,
evaluada correctamente la óptima edad en que un niño puede o
no hacer algo por sí mismo, hacer por él es invitarlo a la
autodescalificación. Varios psicólogos han detallado lo nefasto que
es para el desarrollo personal no animarse a experimentar, es decir,
quedar atrapado en los miedos paralizantes y normales de lo nuevo.
Cuando alguien hace por nosotros aquellos que podríamos hacer, crece
en nosotros una perspectiva autoinvalidante. Aprendemos que
"necesitamos" y nos retiramos a la hora de encontrar
recursos para hacer. No hay que buscar nada cuando todo nos lo he
dado. En cambio, la frustración y el reconocernos carente, en
un porcentaje óptimo, nos anima a encontrar en nosotros la
forma de gratificarnos. Y eso es muy propicio para el autodesarrollo
de propias capacidades. Una madre que ofrece con límites,
enseña a su hijo a auto validarse y a aprender a limitarse. Esta
actitud deviene en un desarrollo sano.
Hola Óscar , si , esa obsesión de la madre (es lo que creo también ) se desarrolla durante el crecimiento del niñ@ con parámetros de inseguridad en si mismo, esto trae de la mano miedos dudas torpesas que en realidad no son verdaderas, y en cuanto ese niñ@ es adulto le devendra la necesidad de cambiar su personalidad , dependerá de su voluntad y valentia, claro esta, que a no tod@s se les despertara esa necesidad eso dependerá de su camino de Vida...
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