miércoles, 30 de mayo de 2018

Madre enredadera.


Impacta, pero es la metáfora mas acertada. Quién no se ha encontrado con una mamá que a manera de enredadera se abalanza sobre la vida del hijo, asfixiándolo.  Sin duda alguna, una madre así tiene buenos motivos: protección, cuidado, ahorrar carencias, ofrecer, dar cariño. Buenos deseos que, generalmente,  no logran esos propósitos. Varios motivos llevan a una mamá a manifestarse de esta manera, a veces casi sin tomar conciencia de ello. La verdad es que, evaluada  correctamente la óptima edad en que un niño puede o no hacer algo por sí mismo, hacer por él es invitarlo a la autodescalificación. Varios psicólogos han detallado lo nefasto que es para el desarrollo personal no animarse a experimentar, es decir, quedar atrapado en los miedos paralizantes y normales de lo nuevo. Cuando alguien hace por nosotros aquellos que podríamos hacer, crece en nosotros una perspectiva autoinvalidante. Aprendemos que "necesitamos" y nos retiramos a la hora de encontrar recursos para hacer. No hay que buscar nada cuando todo nos lo he dado.  En cambio, la frustración y el reconocernos carente, en un porcentaje óptimo,  nos anima a encontrar en nosotros la forma de gratificarnos. Y eso es muy propicio para el autodesarrollo de propias capacidades.  Una madre que ofrece con límites, enseña a su hijo a auto validarse y a aprender a limitarse. Esta actitud deviene en un desarrollo sano.

1 comentario:

  1. Hola Óscar , si , esa obsesión de la madre (es lo que creo también ) se desarrolla durante el crecimiento del niñ@ con parámetros de inseguridad en si mismo, esto trae de la mano miedos dudas torpesas que en realidad no son verdaderas, y en cuanto ese niñ@ es adulto le devendra la necesidad de cambiar su personalidad , dependerá de su voluntad y valentia, claro esta, que a no tod@s se les despertara esa necesidad eso dependerá de su camino de Vida...

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